En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, donde la rutina y el estrés se han convertido en compañeros habituales, surge una nueva tendencia en el ámbito turístico: el turismo emocional. Este tipo de turismo va más allá de visitar lugares emblemáticos o disfrutar de paisajes paradisíacos; se trata de vivir experiencias únicas que despierten emociones intensas y creen recuerdos imborrables.